Historias de mis semanas santas 1era parte: Vayamos de paseo al pasado

Ya he pasado por 17 semanas santas a lo largo de mi vida y pues no tengo grandes historias que contar. Esto es porque simplemente al menos durante mi infancia, es decir cuando vivi en Trujillo, para mi Semana Santa no tenia otro significado mas que el de unos días sin ir al colegio. Mas días sin ir al colegio Lord Kelvin!, genial como si no fueran suficientes la gran cantidad de semanas que faltaba –sí semanas, no días, o hasta quizás deba decir meses- a el cole y es que no tenia los recursos para poder pagar al día la mensualidad y tampoco ya no funcionaban todas las oportunidades que mi abuelo le rogaba a el director del colegio el español Tomas Ubeda Carrasco (woohoo que tal memoria!) o al subdirector “Luchito” Vidal o al dueño el ingeniero … (ya ahí si me agarraron). Cuando ni las promesas mas suplicadas de mi buen abuelito diciendo que iba a pagar mi mensualidad en unos días con la plata que tal señor le debía por tal trabajo, no me quedaba otra mas que regresarme a mi casa con mi mochila negra y roja (al menos esta es la única mochila que recuerdo usar en la primaria). Y esto era algo muy usual, asi que yo ya estaba acostumbradísimo a tener muchas semanas santas, que eran continuas.

¿Que puede hacer un niño en Trujillo viviendo con sus tios en varios días libres? Bueno diran que porque no salgo con mis tios por ahí, quizás si es un fin de semana a un viaje pequeño o ir a Huanchaco que esta ahí nomas. Pues no, en mi casa en Trujillo nadie tenia espíritu aventurero, eramos muy sedentarios, muy rutinarios probablemente porque nos parecía muy complicado pensar en una salida, y sobretodo porque eso significaría gastos, y créanme no estaba para gastos, si ni siquiera podían pagar mi mensualidad en el colegio como ya mencione.
¿Entonces que tal ir a jugar con tus amigos? Por qué tenias amiguitos por ahí…¿no? Claro, claro que tenia pero a esa edad depende mas de los padres si te vez con algún amigo o no, porque ellos te llevan, ellos te ponen los horarios, las restricciones, etc. Yo tenia gran libertad y la tengo ahora, -pocas veces me han castigado en mi vida- pero mis amiguitos no lo tenian. Asi que aveces era difícil salir o verme con un amigo mas de una vez por semana.

¿Entonces que demonios hacias? ¿Jugar con tu amiguito imaginario? No, tampoco como creen… ,a esa edad yo jugaba a tener mi canal, mi programa y mi serie mismo talk show de mi vida imaginario (hey ahora que lo pienso yo cree ese tipo de programas -los cuales por cierto ahora abundan, nada mas prende tu tele y anda a MTV- ya que en esa época no había ninguno en la televisión peruana, asi que no me pude basar en nada. Oye no está nada mal para un niño de 8 años). Entonces, es en este momento que empieza mi creación, ya que no hacia nada de nada (ni las tareas del cole), tenia que entrenerme en algo, contruyendo asi una base que luego iria fortaleciendo en la adolescencia (sigo haciéndolo) y que sin ella no creo que hubiese decidido dedicar mi vida a la creación, es decir este blog probablemente no existiría. Ademas de esto solo recuerdo pasearme en mi fiel scooter verde marca King Max, salir con mi tía a caminar y comer unos ricos buñuelos o mi clásico de las señoras ambulantes alado del parque Miguel Arroyo que esta alado de el estadio Mansiche (eso si nuestro presupuesto para cada salida milagrosamente superaba los 3 soles, para mi ya era bastante mi clásico y mi cheese trees de 50 centimos) y claro como no, jugar con la mascota que mas he querido; Darly.

Oye pero eso suena algo… divertido. Un poco si la verdad, pero vamos hay muchas mejores cosas que hacer, muchas mejores cosas que han hecho de niños muchos de mis amigos o conocidos como salir a un club con tu familia (fui una vez con mi tia, mi mejor amigo y su mama), ir de campamento con tu familia, ir al cine (yo iba pero no tan seguido; 3 veces al año en promedio durante mi infancia), o hacer otras cosas divertidas que pueden hacer los niños con mejor condición económica y social.

Pero hey! Casi lo olvidaba, yo por ser de una familia católica en Semana Santa pues tenia que seguir la tradición, que hasta ahora no entiendo bien de que se trata, –si mi profesor Luigui de Religion en el NSR leyera esto… o Jaime de Historia- de ir y recorrer 7 iglesias. No se si recorría las 7, pero si recuerdo que al menos pasaba por varias con mi tia y mi abuelo, porque mi tio era, es ateo, antes cuando mi abuelita, su madre, estaba viva ni en sueños creo que lo hubiese dejado abandonar la fe y las buenas costumbres del catolicismo.

Entonces verán las semanas santas para mi eran aburridas o no tan divertidas como desearía, pero yo se que no lo fueron porque la situación no lo permitia. Al menos eso paso en Trujillo. En Lima mi vida cambio 270 grados (y es que tampoco era que ahora lo tenia todo, pero al menos la pasaba mucho mejor económicamente). Ahora ya en Lima ya nos podíamos dar el gustito de ir de paseo a algún lado cerca de la capital. En cuanto a lo de pasear por las 7 iglesias pues la verdad no recuerdo haberlo hecho en muchos años.